En estas prácticas se alcanza un estado de quietud y armonía, que es la llave inicial para contactar con nuestro inconsciente, quien realmente maneja nuestra existencia en esta proyección física. Tal como se comporta y se refleja en nuestro cuerpo, día a día es el estado de afinidad o de separación que existe entre lo consciente (mental) y lo inconsciente (desde el corazón) donde posa y fluye el amor. Llegaremos a él ya que nos comunicamos a través de nuestros sentimientos y emociones, que casi nunca mostramos al exterior, pero él no deja pasar ninguna pues ese es su lenguaje. Si intentamos comunicarnos con la mente fracasaremos, a la vista esta los años que llevamos así. La mente en muchos casos, esta adoctrinada llena de creencias y manipulada desde otros planos de existencia inconsciente. El corazón no se puede manipular, ni engañar lo que fluye de él es bondad, pureza y amor, ese es el paso hacia nuestro inconsciente y nuestra libertad. Gracias por difundir estas experiencias de amor, gracias.