Hay momentos en los que nos damos cuenta de que no estamos viviendo nuestra vida tal y como nos gustaría vivirla, pero no sabemos por dónde empezar a cambiarla. A veces, ni siquiera somos conscientes de esto, pero sí que nos damos cuenta de que algo no va bien, nos enfadamos con facilidad, nos falta ilusión, y nos vemos arrastrados por un día a día que no nos llena. Yo empecé a practicar yoga con esta sensación de que a mi vida le faltaba algo. Con las clases, talleres y escapadas/retiros que organiza Raquel, empecé a encontrar respuestas. Me refiero a respuestas concretas, a tomar decisiones para vivir la vida tal como quiero vivirla. Creedme, soy una persona muy práctica y os aseguro que el yoga es una herramienta magnífica para vivir mejor.