Espiral
Fuera del tiempo, fuera del espacio. Esta técnica va más allá del tiempo presente. Hacemos una conexión con el ADN, durante la práctica se dibuja una espiral.
A través de ella, el paciente va pasando año por año o un evento concreto, liberando las situaciones que lo bloquean en el presente.
La persona que realiza la sesión, está consciente en todo momento y decide libremente cuando es suficiente, en un máximo de 45 minutos y siempre finalizando la sesión únicamente cuando el paciente se siente bien.
Las emociones forman parte del proceso y el acto de dejarlas ir, permite que se produzca la descompresión visceral que las retiene allí. Una vez expresadas, las memorias desaparecen y generan una sensación de paz y de mayor espacio interior.
El terapeuta está simplemente de testigo, acompañando el proceso desde el respeto y sin intervenir.
Cada espiral es una experiencia diferente, no solo para cada persona, sino también para aquellos que hayan realizado otras anteriormente.
Es una oportunidad de ir soltando mochilas y condicionantes que nos hacen difícil el poder disfrutar al máximo de la vida que tenemos.